No sólo es una hortaliza muy saludable llena de vitaminas y minerales, sino que también, su cultivo es muy simple y práctico. Por eso, si estáis pensando en cultivar el tomate en el hogar, tomad nota de los próximos pasos.
¿Qué requerimos?
Semillas: Lo primero que debemos llevar a cabo es hallar las semillas del tomate. En el hogar, elegimos los tomates más maduros, los partimos en el medio y sacamos el jugo con las semillas a un vaso. Lo mantendremos tres días para que fermente y poder seguir a su lavado. Los tres días posteriores van a ser para su secado. Si no quieres obtenerlos nosotros mismos, recordad que además puedes comprarlas.
Tierra. La tenemos la posibilidad de combinar con moho, estiércol o fertilizantes ó de manera directa, adquirir sacos de tierra que llevan sustratos destacables.
Maceta: requerimos un envase como una maceta, contenedor o bandeja. Es aconsejable que sea de unos 50 cm de hondura y de diámetro y con agujeros en la base. Es aconsejable que la maceta para cultivar sea de plástico.
¿Cuándo y dónde cultivarlo?
En relación de la cuidad en la que nos encontremos, los meses para la siembra variarán. En España, finales de febrero y principios de marzo es la etapa ideal para comenzar la siembra.
Si vivís en localidades muy frías, esperad un algo más. Pero, si por el opuesto vuestra cuidad es de clima cálido y falta poco para la primavera, adelante. Ya es el instante para cultivar y hacer luego, su trasplante.
El tomate se puede cultivar desde febrero hasta junio, por eso ya tenemos la posibilidad de comenzar a elaborar el contenedor. No tenemos la posibilidad de olvidar que hay que plantar las semillas unos dos meses antes de trasplantarla, que se va a hacer con temperaturas más altas.
El tomate puede ser cultivado en varios tipos de tierra, pero va a ser mejor que sea tierra fértil y seca. El pH sugerido da un giro alrededor de 6. De igual modo, tenemos la posibilidad de mejorarla con materiales orgánicos como el estiércol. Si la tierra es arenosa tenemos la posibilidad de usar además fertilizantes.
La localidad va a ser fundamental para su desarrollo por lo cual debemos confirmarnos de que el sitio es cálido y le proporciona la luz.
¿Cómo cultivarlo?
Lo primero es elaborar la maceta. En esta debemos echar la tierra con un sustrato de calidad hasta la mitad. Añadimos algo de agua y esparcimos las semillas separadas entre sí. Luego, rellenamos la maceta con la tierra que sobra que puede mezclarse con fertilizantes.
Las semillas deberan estar a 1cm precisamente de hondura y puedes contemplar la jardinera con un plástico, pero siempre manteniendo la ventilación y sin tocar el sustrato.
Para que crezcan con fuerza, la expondremos al sol directo al menos medio día (mínimo 6 horas) y controlaremos su riego.
Cuando nuestra planta llegue a los 15 cm de altura precisamente y deje ver sus primeras hojas, supone que es el instante de trasplantarla a su lugar definitivo.
Cuidados
Los cuidados de esta planta son mínimos. Solo bastará con entender que necesita una cantidad enorme de agua y un clima cálido.
– Requiere un clima ardiente. Su temperatura ideal es de 20 °C, aunque con 15 °C ya puede crecer.
– El riego es primordial. Requiere mucha agua, por eso lo vamos a hacer una vez al día.
– Al sustrato lo tenemos la posibilidad de enriquecer con compost.
– Un óptimo drenaje es fundamental porque no tenemos la posibilidad de aceptar que se encharque. La maceta debe tener un óptimo desagüe.
LES DEJAMOS UN VIDEO TUTORIAL COMPLETO. VER VIDEO