Pasos a llevar a Cabo
- En primer lugar, pelamos los dientes de ajo, los cortamos en el medio y los echamos en el mortero. Machacamos éstos hasta que queden reducidos a trozos chicos.
- Añadimos al mortero la mostaza y la miel. Combinamos con el apoyo de una cuchara para que todos los elementos se incluyan dando lugar a una salsa de textura basta.
- A continuación, añadimos algo de jugo de naranja y combinamos. Reservamos. Cogemos nuestra parte de lomo y la le hechamos sal y pimienta por los dos lados.
- Calentamos algo de aceite de oliva en una sartén. Cuando esté ardiente, ingresamos la parte de lomo y la cocinamos por todos los lugares hasta que coja un bonito color dorado. No tiene que ver con cocinarla para que se realice por dentro, sencillamente la marcamos para sellarla y que coja algo de color. Precalentamos el horno a 170ºC.
- Una vez que hemos sellado la carne, la ponemos en una fuente para horno y la regamos con el contenido del mortero. Echamos además en la fuente el resto de jugo de naranja.
- Llevamos la fuente al horno y ponemos en el horno, a 170ºC, a lo largo de, precisamente, 75 minutos. Si tienes un termómetro con sonda, lo mejor es que controléis la temperatura interna de la carne. Cuando ésta alcance los 60-62ºC ya está preparada. A lo largo de el horneado, sacamos la fuente del horno cada 15 ó 20 minutos, le ofrecemos la vuelta a nuestra parte de lomo y la regamos con el caldo de la fuente.
- Una vez que nuestro lomo está cocido, lo sacamos del horno y lo cortamos en finas lonchas que servimos inmediatamente.
Notas y Consejos
Si no tienes miel, o, simplemente, no les agrada, puedes sustituirla por alguna clase de sirope vegetal, como el de ágave, o el de arroz, o por algo de melaza de caña.
Les sugiero que exprimáis en el hogar naranjas, puesto que los zumos comerciales no tienen relación en gusto con el jugo de una naranja recién exprimida. Si no tienes más remedio, y hacéis uso de jugo comercial, es aconsejable bajar un poco la proporción de endulzante (miel o sirope) de esta receta puesto que los zumos comerciales acostumbran llevar azúcar.
Marcando la parte de lomo en la sartén se consigue que su área quede subjetivamente sellada, lo que decrece la falta de los jugos del interior de la parte, por lo cual ésta queda muchísimo más exquisita. En cualquier situación, puedes prescindir de este paso y poner el lomo de manera directa en el horno.
Una de las claves para que este lomo quede muy jugoso es hornearlo a una temperatura despacio. Nosotros hemos cocinado la parte a 170ºC, si tienes tiempo, puedes cocinarlo a menor temperatura. No les aconsejo que, para ahorrar tiempo, aumentéis la temperatura, puesto que el resultado va a ser una carne más seca.
La preferible forma de vigilar el punto de cocción es usando de un termómetro con sonda. Si quieres conseguir una carne con un interior muy rosado, les aconsejo que la retiréis del horno cuando el interior de la parte registre una temperatura de 55ºC. Si, por el opuesto, les agrada más llevada a cabo, retiradla cuando alcance los 60ºC, punto en el que todavía va a mantener un rápido tono rosado.